Tuishou o empuje de manos es una práctica que se realiza en pareja para desarrollar el Tin Jing, que es la fuerza que escucha.

A través del contacto con nuestro rival (no olvidemos que es un arte marcial de combate) del contacto de los brazos, somos capaces de determinar si está tenso o se mueve con suavidad, determinamos en que momento me va a atacar, sentimos a través de la piel el estado de nuestro oponente.

Originalmente servía para entrar dentro de la guardia de nuestro rival y de un solo golpe terminar el combate. La capacidad de desarrollar la fuerza que escucha te da esos milisegundos de ventaja que te permitían 

adelantarte a tu rival en su ataque o percibir sus puntos de dureza que realmente se convierten en puntos débiles en un combate contra un maestro en la suavidad (volvemos al principio Yin Yang, suavidad frente a la dureza)
Actualmente, es una práctica interesante para desarrollar la capacidad de comprender a la persona que tenemos delante ya que cada persona es diferente y trasmite energías totalmente distintas. Igualmente, nosotros somos diferentes con cada persona y nos hace percibir sensaciones propias que no obtenemos en la práctica individual.